Consejo Chileno De La Música

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DIRECTIVA CONSEJO CHILENO DE LA MÚSICA • Alejandro Lavanderos, Presidente • Carlos Zamora, Vicepresidente • Boris Alvarado, Secretario • Paola Andrea Moraga, Tesorera • Eduardo Cáceres, Director • Guillermo Rifo, Director • Gastón Soublette, Director

viernes, 29 de abril de 2011

GRAVE FALTA A LA ETICA PROFESIONAL EN EL MUNDO MUSICAL CHILENO


Sustitución de Luis Advis como editor del Tercer Volúmen de los Clásicos de la Música Popular Chilena, denuncia el Musicólogo Juan Pablo González en carta enviada a la Sociedad Chilena del Derecho de Autor.


Santiago, 14 de Abril de 2011

Sr. Alejandro Guarello, Presidente SCD
Sra. Cecilia Echenique, Primera Vicepresidenta SCD
Sr. Tilo González, Segundo Vicepresidente SCD
Sr. Valentín Trujillo, Secretario General SCD
Sr. Quique Neira, Consejero SCD
Sr. René Calderón, Consejero SCD
Sr. Horacio Saavedra, Consejero SCD
Sr. Mario Rojas, Consejero SCD
Sr. Pablo Herrera, Consejero SCD

Ref.: Solicita aclaración sobre la sustitución de Luis Advis como Editor del tercer
volumen de Clásicos de la música popular chilena (Editorial UC, 2010) por
Alejandro Guarello y Rodrigo Torres.

Estimados Presidente, Vicepresidentes, Secretario y Consejeros
La aparición del tercer volumen de Clásicos de la música popular chilena, constituye la
culminación de un largo proyecto iniciado por Luis Advis en 1993, que era muy querido
por él y en el que tuve el privilegio de participar como su co–editor en los dos primeros
volúmenes y como autor de los textos introductorios en los tres. No cabe duda que Luis
Advis fue el Editor de las tres publicaciones, al ser el compilador responsable de la
antología que conforma estos volúmenes.
Es Editor quien concibe la obra, busca la forma de llevarla a cabo, invita a otros
colaboradores a participar en ella, les entrega las directrices de dicha participación y
organiza la publicación. Este Editor es quien define la estructura, el enfoque y los
contenidos de la publicación; se preocupa de ordenar el material recibido; y es el
responsable principal por el producto final impreso. Es por tal razón que la ley le atribuye a
este Editor u organizador el carácter de autor de la compilación, y en tal carácter debiera
aparecer en el registro de propiedad intelectual, en una bibliografía; en un curriculum; en
un informe de desempeño académico; en los catálogos de biblioteca y en las bases de datos
de las librerías.
Sin embargo, y para mi gran sorpresa, cuando llegó el tercer volumen de Clásicos de la
música popular chilena a mis manos durante su lanzamiento el 26 de noviembre pasado en
el Centro Cultural Gabriela Mistral, pude ver que en la portadilla aparecen como únicos
Editores de la obra los señores Alejandro Guarello y Rodrigo Torres, por lo que para todos
los efectos prácticos, ésta será citada de la siguiente manera:
Guarello, Alejandro y Rodrigo Torres eds. 2010. Clásicos de la música popular
Chilena 1960-1973, vol III. Santiago: Ediciones Universidad Católica y
Sociedad Chilena del Derecho de Autor, 278 pp.
La Comisión de Publicaciones de la SCD, que integré desde 2003 por expresa invitación de
Advis, siempre tuvo claro que este era un volumen concebido y gestionado como tal por
Luis Advis, de modo que él era su Editor. El propio Santiago Schuster, en su condición de
Director de la SCD, fue enfático en señalar que esta era una obra póstuma de Luis Advis
(como consta en la pequeña ficha bibliográfica que trae el libro) y que debíamos mantener
sus decisiones editoriales hasta el final. De este modo, con Luis Advis como su único
Editor es que el manuscrito del libro fue presentado a Ediciones Universidad Católica de
Chile, como consta en los informes reservados que la Editorial mandó a elaborar para
definir la viabilidad de su publicación y en las maquetas preliminares de su contenido.
Advis ya había fallecido cuando este proceso estaba en marcha.
De este modo, en la Comisión de Publicaciones de la SCD, nos mantuvimos fieles a la
voluntad de Luis Advis en relación a la antología de canciones que él propuso previa
consulta a personalidades de la época y a los tres textos introductorios de las personas que
él invitó a colaborar: Desiderio Arenas, Juan Pablo González y Jorge Martínez, todos textos
pagados por la SCD.
Sin embargo, dejé de ser convocado a las sesiones de la Comisión de Publicaciones desde
comienzos de 2009, coincidiendo con el inicio del ejercicio del actual Presidente de la
SCD. Pensaba que la Comisión había dejado de sesionar, pero más tarde me enteré que
seguía sesionando, como me lo dijo uno de sus integrantes, Eduardo Peralta. Sólo ante mis
reiteradas preguntas a Maricarmen Florez sobre el destino de dicha Comisión, recibí una
carta del Presidente dando por finalizada mi labor, fechada en noviembre de 2010 (sin día).
Es en ese lapso que el nombre de Luis Advis fue reemplazado como Editor del tercer
volumen.
Al conocer el libro editado sólo en el momento de su lanzamiento en el GAM y darme
cuenta de esta situación, se lo consulté a la Directora de la Editorial UC, Sra. M. Angélica
Zegers. Ella me dijo que suponía que yo sabía y estaba de acuerdo con el cambio de Editor,
pues en la portada del libro aparecemos los cinco miembros originales de la Comisión de
Publicaciones, lo que constituye un aval para la forma en que el libro ha sido publicado
(Juan Pablo González, Tilo González, Alejandro Guarello, Eduardo Peralta y Rodrigo
Torres). Como vengo señalando, este aval tampoco corresponde a la realidad, pues si la
Comisión de Publicaciones hubiera podido finalizar la labor de supervisión y coordinación
de este volumen, como dice en forma inexacta en su solapa, me habría opuesto a la
sustitución del nombre de Luis Advis. ¿Es esto lo que se quiso evitar con mi exclusión de la
etapa final de edición los años 2009 y 2010?
No cabe duda que tanto Guarello como Torres realizaron una encomiable labor para que
este volumen saliera a la luz, pero es una labor que se basa en todo lo concebido,
gestionado, producido, organizado y ya editado por Luis Advis. En ningún caso sustituye
su labor como Editor, más bien la complementa. ¿Por qué era necesario borrar, entonces, el
nombre de Lucho? ¿No era mejor sumarse como co-editores a su tarea?
La corrección de contenidos y de estilo la realizó la propia Editorial UC, mientras que
Guarello y Torres contribuyeron a la corrección musical y a la ordenación final del
material, pero eso lo hicieron sobre la base de lo concebido editorialmente por Advis,
insisto. Esto no los transforma en sus reemplazantes, sino más bien en colaboradores y
continuadores de su labor.¿Con qué autoridad, entonces, se sacó el nombre de Luis Advis
como Editor del libro?
Cabe preguntarse además, ¿Quién resguarda los derechos de Advis al interior de la propia
SCD? No conozco cuál pueda ser la respuesta precisa a este interrogante, ni si el asunto
podría ser analizado o investigado desde una perspectiva jurídica, pues, en rigor, el libro
contiene tres modificaciones en relación a lo concebido por Advis. 1 Sin embargo, ¿Quién
puede decir con certeza que este volumen corresponde a una obra distinta a la original por
este simple hecho?
En este contexto llama la atención que ni siquiera la inscripción de la propiedad intelectual
de este tercer volumen (N° 197.223 del 20 Octubre de 2010) esté a nombre de quienes
aparecen como los editores responsables del libro, sino a nombre de la SCD, a diferencia
del volumen II donde Luis Advis y yo aparecemos como los titulares del derecho de autor.
Más allá del tema jurídico, creo que estamos ante una seria falta de ética profesional ante
un colega ya fallecido que no puede hacer valer sus derechos. Pedro Advis, sobrino y único
heredero de los derechos de autor de Luis Advis, se ha mostrado muy sorprendido por esta
injusta sustitución, que atenta contra la memoria de quien ha sido uno de los compositores
más queridos, respetados y difundidos de la escena musical chilena. Cuento con todo su
respaldo para enviar esta carta.
Quiero dejar en claro, entonces, que como ex miembro de la Comisión de Publicaciones de
la SCD y del equipo editorial que estuvo a cargo de este volumen, no avalo que se haya
eliminado el nombre de Luis Advis como Editor del mismo. Dejo constancia, además, que
mi nombre ha sido utilizado a mis espaldas para avalar una autoría editorial que, al menos,
me parece objetable.
Finalmente y a pesar de estos hechos, destaco mi satisfacción por haber culminado esta
larga labor editorial de Luis Advis y mi gratitud hacia la SCD por la confianza que ha
depositado en mí para este y otros proyectos en beneficio de la música y los músicos
chilenos. Les ruego me disculpen por distraer su tiempo con estos ingratos asuntos, pero mi
cariño, agradecimiento y admiración por quien fuera Presidente de la SCD no me permiten
permanecer al margen.

Reciban mis cordiales saludos,

Dr. Juan Pablo González R.
Profesor Titular de la Pontificia Universidad Católica de Chile
Director del Instituto de Música de la Universidad Alberto Hurtado.
Miembro del Consejo de Fomento de la Música Nacional
Socio SCD

Cc: Sr. Pedro Advis, sucesión Luis Advis Vitalic; Sra. M. Angélica Zegers, Directora Editorial UC;
Sra. Alejandra Wood, Directora del Centro Cultural Gabriela Mistral; Sra. Maricarmen Florez,
Directora de Asuntos Corporativos y Societarios SCD; Sr. Desiderio Chere Arenas, coautor; Sr.
Jorge Martínez, ex coautor; Sr. Santiago Schuster, ex Director de la SCD; Sr. Fernando Ubiergo, ex Presidente de la SCD; Denisse Malebrán, ex Secretaria General de la SCD.

1 Las modificaciones consisten en la eliminación del texto de Jorge Martínez, la supresión de una canción de
la antología original: “Mira niñita”, de Los Jaivas y la realización de una nueva transcripción musical sobre la
base de la realizada por Pedro Mesías, también fallecido, por encargo de Luis Advis.

4 comentarios:

  1. Creo que allí alguien cometió un error que nada tiene que ver con mala intención alguna. Me consta el cariño y el respeto que todos los mencionados en esta carta le tuvieron y le tienen a la memoria de nuestro querido Lucho. Durante más de diez años fui miembro del Consejo Directivo de la SCD y lo era cuando asumió Alejadro Guarello como titular de la presidencia. Me consta, conociendo a las personas involucradas en la edición del libro, que ninguna podría haber tenido alguna mala intención y no me cabe duda alguna que la SCD investigará dónde estuvo el error (si es que lo hay) y corregirá lo que haya que corregir.
    Afectuosamente.

    Tito Fernández.
    Cantor Popular
    Ex Consejero de la SCD.

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  3. En este tipo de situaciones lo que cuenta son los hechos. A nadie le puede "constar" que no hay mala intención de algo de lo que no tiene pruebas. Lo que se plantea en esta carta son hechos que deben ser investigados antes de emitir juicios de intenciones. Es tan grave presumir culpablidad como presumir inocencia.

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  4. Felicito a Juan Pablo Gonzalez por su lealtad y defensa de los derechos de autor, su alienación es, definitivamente, una forma de abuso. No sé que ocurrió, las personas involucradas son muy respetables y por ende, la situación debiera aclararse. Rubí Carreño

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